18/09 Knoxville - Feria del Condado

Tengo la sensación de estar en un tobogán. Esto no ha hecho más que comenzar, pero ya llevamos dos conciertos. Va muy deprisa...

Último desayuno en Charlotte..... NC!! Aunque seguro que los desayunos del resto de moteles serán un dejá vú continuo.







Madrugamos un poquito porque tenemos algo menos de 400km hasta nuestro próximo destino, Knoxville.

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¿Nadie va a preguntar en qué estado está Knoxville? Pues en Tennessee. Precisamente por este motivo, por el camino nos desviaremos y haremos unas paradas para poder fotografiar los carteles de bienvenida de los estados. Como el de Carolina del Sur queda cerquita, nos desviamos un poquito para "coleccionar" un estado más.

Uy... ¿Qué es ese ruido, Alan? No te irás a estropear... Ah, no... Son nuestras tripas. ¡Mira! ¡Un Waffle House!

Los asiduos recordareis esta cadena de restaurantes porque en la última ruta por aquí perdí la cartera en uno de ellos y una empleada se quedó la pasta... Bueno, pues volvemos porque a Ingrid le pierden los hashbrowns de aquí, que no dejan de ser patata rayada y luego frita como si fuera una hamburguesa... o algo así.

El ritmo de trabajo en la cocina es frenético. Os pongo una foto de esto y otra del menú, por si no habéis comido aún.













A medida que nos acercamos a Knoxville TN el cielo se oscurece. Pensábamos que llovería en el concierto pero la lluvia ha decidido retrasarse un día y alejarse un poco. Bueno, igual no es la misma lluvia...

Cada vez llueve más fuerte. Llegamos a la Tennessee Valley Fair (o Feria del Condado) y desde fuera ya se ve que no hay nadie. Las atracciones están paradas.

Los vecinos del recinto donde se hace la feria aprovechan la afluencia de gente para ganar unos dólares alquilando las entradas de su casa para aparcar el coche. Hay tan poca gente que aparcamos en la calle (o sea, gratis) en la puerta de la feria. Miramos desde fuera y decidimos que no pagamos para mojarnos.

De hecho, solo en lo que tardamos en decidirmos nos calamos hasta los huevos huesos. Decidimos hacer alguna otra cosa. El plan B siempre es comer o comprar... Empezaremos por comer.

Al lado hay un local pequeñito llamado Buddy BBQ. Pues probaremos.

Por dentro es más pequeño aún que por fuera. Después de un rato intentando entendernos con la camarera, pedimos nuestra comida. Cuando no entendíamos lo que nos decía, nos lo volvía a repetir exactamente igual. Y claro, tampoco la entendíamos. ¡Hija, aprende sinónimos! Me resulta muy curioso como te entienden si les pides "guarer" y "barguer" pero alucinan si les dices "guater" y "burguer". Joder ¿tan díficil es? Trabajas en un restaurante ¿qué crees que puedo querer?

Pues pedimos unas alitas barbacoa, con unos ribs barbacoa, patatas y una mazorca de maíz con mantequilla. En cualquier momento viene Laura Ingalls a traernoslo...

Para el precio que tenía, no estaba mal del todo. Claro, viendo el local no creo que les den una estrella Michelín en la puta vida en un futuro cercano. Y no será por falta de limpieza, porque friegan el suelo mientras estás comiendo...

Cada vez llueve más. Vemos un río que baja lleno de agua. Ponemos en marcha el plan B del plan B. Walmart.

Pero es domingo... ¿Estará abierto? Ay, amigo mío... ¡¡Esto es América (del norte)!! Si trabajas duro puedes conseguir el gran sueño americano. Por eso le va tan bien al dueño de Walmart, porque tienen abierto 24h todos los días. Así que si a las 4 de la madrugada me apetece ir a por una camiseta, pues puedo hacerlo. No lo haré, pero podría si quisiera.

Un par de detalles costumbristas: les gusta el bacon muy crujiente, y uno de los trucos que utilizan (según la teletienda) es poner las tiras en un recipiente especial que las mantiene estiradas y meterlas en el microondas.







Y el otro detalle es que hay una estantería que en lugar de calcetines o servilletas de papel, tiene munición. Balas, para entendernos.







Y como hemos cogido frío con la mojadura... ¡A dormir!

Juan Carlos