02/10 Estes Park - Red Rock

Se confirma: si hay ketchup, el desayuno mola. De hecho, en Booking han variado los filtros y ahora puedes seleccionar los hoteles por precio, situación o ketchup en el desayuno.




Nos vamos a las Rocky Mountains, que os sonarán más como Montañas Rocosas. Pero antes haremos una parada para ver el escenario más bonito del mundo, el Red Rock Amphiteatre, que está aquí al ladito. De hecho, desde allí se ve Denver CO. Han aprovechado una formación natural de rocas, le han cascado unos asientos y un escenario con un techito y ¡toma escenario molón! Como es muy grande, os pongo la foto de la maqueta para que os hagais una idea.




Y una vista desde arriba:




En el horizonte a la derecha se distingue Denver CO.

Además de que visualmente es precioso, parece ser que las rocas contribuyen a una buena acústica. No solo hay conciertos, una vez al año se celebra aquí una carrera por las gradas, recorriendolas todas una por una. Por eso, en el vídeo que os pongo para que veais mejor como es esto, salen algunos colgaos deportistas entrenando por los asientos. Hay mucha gente que viene aquí a hacer deporte, tanto a correr aquí como en bicicleta.

Seguimos hacia el norte en busca de las rocosas. Ya se distinguen a lo lejos.

Hemos cogido una carretera que da un rodeo y que tiene unos paisajes preciosos. Me recuerda a los pinares que hay subiendo a la Laguna Negra en Soria.




De tanto en cuando hacemos una parada para disfrutar de las vistas y de las pequeñas sorpresas que nos vamos encontrando. Las mejores cosas surgen sin prepararlas.







En unos días hemos cambiado radicalmente las llanuras casi desérticas de Texas o New Mexico por las montañas de Colorado, que me recuerdan a Canadá. Bueno, no me pueden recordar porque nunca he estado, pero me recuerdan a Doctor en Alaska. Llegamos a Estes y hay una feria, el Elk Festival, donde se utiliza la excusa del alce para promocionar la cultura local. Por ejemplo hay una exhibición de danzas tradicionales que parece interesante, aunque cuando llegamos está acabando y vemos poquito.




Como en todas estas ferias, hay un montón de puestos de artesanía local a precio de capitalismo internacional.




El pueblo, aunque turístico, es bonito. Eso sí, le falta un supermercado. Ya os adelanto que nuestra cena serán unos plátanos de gasolinera. O sea, comprados en una gasolinera, no que los cultiven allí.




Ya decía yo que me recordaba a Doctor en Alaska... Junto a nuestro hotel hay unos cuantos alces, alguno con una cornamenta impresionante. Suerte que estos están domesticados (bueno, suerte para nosotros) porque eso te ensarta y te pincha en tres organos vitales al mismo tiempo.




Y para terminar, una vista de lo que se ve nada más salir del hotel.




Juan Carlos